“Parroquia Jesús Resucitado”

 “Los que han acompañado mi peregrinar” Lo nuestro es pasar y dejar huellas al andar… En mi peregrinar por esta vida, me he desviado, he buscado atajos y me he perdido en laberintos; he atravesado caminos obscuros y de confusión en los que Dios ha puesto  antorchas encendidas para guiar mi camino. Entre ellos ha habido hombres consagrados, hombres que con su vivencia han aclarado mi conciencia y guiado mi fe. Cada uno, en un momento crucial de mi vida, en un punto de inflexión han llegado ha remover los escombros de mi corazón. Padre Antonio Trabadelo acompañó mis primeros pasos y soporto mis locuras de adolescente; monseñor Willy Flores con su infinita paciencia y sabiduría aclaró las aguas de mi confusión; fray Guillermo Bonilla(en la Antigua) con su humildad y entrega, me enseñó que en el servicio se manifiesta el amor; con fray Francisco Carballo mientras aprendíamos inglés me daba clases de teología y quien lo diría hasta escribimos poesía; con padre Jack- Juan fundamos u...

 .“La Quema de Judas” (Tradiciones de Guatemala) Su nombre es sinónimo  de traición así lo asume generación tras generación, que sin mala intención sigue perpetuándolo como un chivo expiatorio a los males de cada época, que a tiempo y  destiempo busca como expiar sus propias culpas… Con un par de semanas de antelación, los patojos le bajaban el pantalón al abuelo, la camisa al papa, las medias de la mama y alguno que otro trapito de la vecina que tras ponerlos a secar al sol, luego ya no los encontraba...Cual si fueran cómplices de una travesura, empezaban la aventura de esa caricatura de hombre, que armaban con trapos ajenos que rellenaban  con la paja de un colchón viejo y con periódicos amarillentos por el tiempo.  Una vez armado el Judas, los patojos empezaban la encomienda de ir de calle en calle, pidiendo pisto (dinero) en una alcancía que improvisaban con un bote, al que iban agitando, cual si fuera un chinchín, para hacer ruido y anunciar la presencia de...

  -“Semillas de esperanza” No siempre quien siembra, es quien cosecha, pero la cosecha lleva el germen de su esfuerzo… Por aquellos años, en que lo que hoy es el centro comunitario, hacia las veces del templo de la parroquia Jesús Resucitado y que la iglesia que hoy tenemos era apenas un sueño en el corazón del padre Antonio; el empezó a sembrar las semillas en aquellas primeras generaciones de niños, que un día llegarían a ser portadores de esa fe y esperanza. En aquellos primeros años, las procesiones, se hacían de forma modesta, recorriendo unas pocas calles o solo el rededor del templo y quienes casi siempre eran los participantes eran los niños, los que a su vez integraban el grupo de acólitos o monaguillos, y grupo scouts 51 que siempre apoyaba las actividades de la parroquia. Eran ellos quienes armaban el anda, muchas veces usando una meza de pino la cual era rediseñada para que sirviera para dicho propósito y el adorno flores que se llevaban. Hoy aquellas semillas dan sus f...

 “Ánimo y adelante…” El viento trae sus palabras con el ímpetu de un trueno y la suavidad de la brisa… Ánimo y adelante. Esa dominico que camino en nuestras calles, que cuando el desánimo y las cosas iban se ponían cuesta arriba, solo te decía: ánimo y adelante. Dos palabras sencillas pero cargadas de fe y esperanza, la fe de un hombre que aunque muchas veces tuvo todo en contra siguió adelante, la esperanza de un religioso que no se refugiaba en su sotana, sino salía a darle lucha a la vida, sería por eso que sus palabras eran trascendentes. La comunidad de fe por la que tanto luchó, a la que le ofrendó sus días y desvelos, muchas veces pasa por momentos de prueba, porque es una comunidad peregrina que camina guiada por la fuerza del espíritu y tras las huellas de un hombre que supo ganarse el reconocimiento y aprecio de la mayoría en la comunidad, profesarán la misma fe o no. Hoy el eco de su voz sigue presente en el corazón y mente de quienes le conocieron e incluso de aquellos,...

   “Un dominico por nuestras calles” Un día este hombre, anduvo aquí, por nuestras calles y avenidas, entre los callejones la semilla de la fe sembró, al llamado del necesitado, nunca se hizo el sordo, porque tenía una misión en el corazón. No llevo carta de presentación, que no fuera, su empeño y trabajo, así como la sencillez y calidez con la que se ganó, un lugar entre la gente. En su hábito de dominico se le vio caminar, de día, de noche, estuviera el día caluroso o lloviendo. Nunca busco privilegio alguno, ni reclamo un trato especial, se le vio subido en los andamios con las manos en la obra, se le vio en el transporte público, fue un sacerdote de a pie y sería quizás por eso que comprendía las emergencias y desafíos que enfrentaban, aquellos a quienes ellos consideraba sus vecinos. Oxwell L’bu copyrights 2020 #antoniotravadelo #parroquiajesusresucitado